El año pasado, solo dos cadenas de distribución y alimentación lograron crecer en España: Mercadona (+0,8%) y Lidl (+0,5%). Del Balance de la Distribución y Gran Consumo 2018 de Kantar Worldpanel se extrae que los súper ya concentran el 60% del gasto frente al 24,2% de los pequeños comercios, el 13,3% de los hipermercados y el 1,6% del comercio por Internet, que solo sube una décima. El reto para las enseñas de distribución reside en ganarse a un consumidor «infiel», que alterna entre cadenas y reparte la cesta de la compra según le convenga.
En esta línea, se estudian los factores que llevan a las familias a elegir un local u otro. Así, se explica que entre los motivos de elección de un establecimiento, los consumidores españoles priman los siguientes por este orden de preferencia: la relación calidad/precio, la proximidad, los buenos productos, la limpieza y el orden del establecimiento, el nivel de los productos frescos, la posibilidad de hacer toda la compra en el mismo sitio, los buenos precios, el número de marcas disponibles, la calidad de la marca propia y si cuenta con aparcamiento para el coche.
Como consecuencia de conjugar muchos de estos factores, Mercadona reforzó su liderazgo con un 24,9% de cuota de mercado y un crecimiento basado en el auge de los frescos perecederos -cuya venta se incrementó un 1,4%- y la introducción continua de nuevas referencias y la fortaleza de su marca blanca, tal y como explicó durante la presentación del informe el responsable del área de distribución en Kantar Worldpanel Iberia, Florencio García. Así, un 71,7% de los consumidores españoles valoraron el hecho de que esta cadena ofrezca «una marca propia de calidad».