Concedida la licencia de obras para la futura residencia universitaria de la calle Ramón Carande con 800 plazas y una inversión de 60 millones de euros
El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la comisión ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo, concede hoy licencia para la primera fase de las obras de construcción de la nueva residencia de estudiantes prevista en el barrio del Porvenir, en el Distrito Sur de la ciudad. Se trata de un proyecto que se ejecuta tras una concesión municipal de un derecho de superficie sobre un suelo público que reportará al Ayuntamiento 73 millones de euros durante el periodo de explotación. El diseño recoge un total de 800 plazas y una inversión por parte de la empresa adjudicataria de 60 millones de euros en la ciudad que se desarrollará sobre las antiguas cocheras de Tussam, una superficie hasta ahora sin uso de 4.135 metros cuadrados calificada como de usos terciarios.
La futura residencia, impulsada por el Grupo Moraval, tendrá capacidad para 800 plazas, se desarrollará en ocho plantas más la baja y cumplirá con todos los estándares de diseño y tecnología acorde con su uso y los servicios que está previsto que ofrezca, tales como salas de juego, de estudio, de Internet, gimnasio, lavandería, comedores para eventos y, habitaciones con cocinas incorporadas. El inmueble contará además con dos plantas sótano para doscientas una plazas de aparcamiento, así como para almacenes e instalaciones. Como uso complementario al de residencia de estudiantes se autoriza en el proyecto el hotelero.
“Este es un resultado de una estrategia urbanística diseñada pensando en el interés general. Hemos puesto en valor un solar hasta ahora sin uso con unos pliegos que han priorizado un uso de carácter social y que dé respuesta a un sector importante de la población de Sevilla como son los universitarios. Todo esto, además, generando una importante fuente de recursos económicos para la administración”, explicó el delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura, Antonio Muñoz. Los estudios del Grupo Moraval, impulsor del proyecto, constatan de hecho la elevada demanda de alojamientos para estudiantes en la ciudad de aproximadamente 28.000 universitarios y universitarias.
Con la licencia que se aprueba hoy en la comisión ejecutiva, se autorizan las obras correspondientes a la construcción de dos plantas bajo rasante, consistentes en los movimientos de tierras y en los trabajos de cimentación y estructura hasta cota cero. Ambas plantas de sótano serán comunes a los dos usos propuestos sobre rasante: el de residencia de estudiantes y el de establecimiento hotelero como complementario. Estas obras constituyen de facto la primera fase del proyecto constructivo global. La intervención se ha planteado en dos fases por cuestiones de operatividad y agilidad. La segunda y última corresponderá a las obras de edificación sobre rasante propiamente dicha.
Esta importante operación urbanística se enmarca en el proceso de renovación urbana que lleva experimentando este sector del Distrito Sur a lo largo de las tres últimas décadas y que se traduce en su paulatina transformación de una zona en la que se implantaban actividades industriales, acuartelamientos militares e infraestructuras de transporte, a un nuevo enclave residencial de la ciudad, así como de servicios y dotaciones urbanas. En concreto, la futura residencia se construirá en un área en cuyas cercanías confluyen facultades para estudios universitarios como las de Derecho, Ciencias Económicas y Empresariales o Psicología, entre otras.
Al margen de la importancia de este nuevo desarrollo para el barrio del Porvenir y la contribución que este futuro equipamiento supondrá para toda la zona, afianzándola aún más si cabe como uno de los más destacados centros neurálgicos de servicios y dotaciones urbanas de Sevilla, esta actuación tendrá también importantes contraprestaciones a nivel económico para la ciudad. En concreto, a lo largo de la vigencia del derecho de superficie adjudicado, estipulado en 78 años, el Ayuntamiento de Sevilla recaudará 73 millones de euros, que obtendrá a través del pago de un canon anual de 900.000 euros a partir del cuarto año del contrato y hasta la finalización del mismo. A esta cantidad, hay que añadir el cobro de un pago inicial de 5.500.000 euros más IVA que se hizo oficial a la firma de la escritura. No obstante estos ingresos, la figura del derecho de superficie permite al Ayuntamiento recuperar la titularidad del suelo a la finalización del plazo de concesión.